Manuel Carbajal
Manuel
Carbajal conoció a Maria Luna en el Bachillerato. Él, junto a su
inseparable amigo Marco y el resto de traviesos compañeros, habían
formado una valla a lo largo del pasillo que daba a las escaleras por
las que tenían que subir a clases todas las chicas. Ellos esperaban el
"desfile" de las nuevas alumnas pacientemente.
Marco siempre
había sido su mejor amigo y habían cursado juntos toda la escuela, desde
pre-escolar, ya que las madres de ambos habían sido amigas desde
siempre.
Junto con Manuel, formaban parte del grupito de
pre-adolescentes traviesos que siempre terminaban en la Dirección de la
Escuela..
Ambos querían entrar juntos al Bachillerato, sus padres
habían amenazado con enviarlos a Escuelas Militares por separado si no
corregían su comportamiento en la preparatoria. Ellos aceptaron
las condiciones, y gracias a la ayuda del papá de Marco que tenía
influencias en la prepa, Manuel pudo ingresar al Bachillerato junto con
Marco.
Los dos sabían que sus padres hablaban en serio; ya
estaban cansados de sus travesuras que cada vez tomaban tintes más
atrevidos. Indudablemente eran buenos muchachos, solo que siempre fueron
traviesos y les gustaba divertirse a veces a costa de los demás.
Manuel conoció a Maria Luna el último año del Bachillerato. Había
cuidado mucho su comportamiento durante estos dos años anteriores y éste
sería el último. Sus padres aún mencionan la posibilidad de enviarlos
al internado militar, así que aún no pasaba por completo el peligro. Aún
así, se habían divertido mucho y aunque en varias ocasiones estuvieron a
punto de ser reportados a la Dirección, siempre habían conseguido
escapar de la culpa y castigaban a otros.
La mejor de las
actividades de ser los mayores en el Bachillerato definitivamente eran
las "novatadas". Los alumnos de nuevo ingreso debían pasar por toda una
semana llena de situaciones incómodas o vertgonzosas ocasionadas por los
alumnos del último año, todo esto bajo la mirada solapadora de los
maestros.
Las chicas no se salvaban de las novatadas y aunque
jamás eran agredidas o lastimadas, para ellas era peor "el desfile" por
entre todos los hombres que cualquier otra cosa. Debían caminar por
entre una valla de hombres a lo largo del pasillo y alcanzar la escalera
mientras todos ellos empezaban a gritar y decirles cosas, asustarlas,
hacer simulaciones de tocarlas, tirarles besos, decirles cosas, etc....
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